Las áreas verdes que
se encuentran dentro de nuestras ciudades cumplen estrictamente funciones sociales, para aprovechar el espacio
público y aumentar nuestro bienestar: dar sombra, refrescar el aire, producir
oxígeno, atenuar viento,….
Las
principales razones para la poda de árboles urbanos son la seguridad, salud y estética.
La época más conveniente depende de la especie y de las condiciones climáticas,
así las especies de hoja caduca se deben podar durante el reposo vegetativo
impuesto por los fríos.
El
trabajo en altura en general, y la poda en particular, son actividades de
riesgo. Para trabajar sobre el árbol se utilizan escaleras de mano, plataformas elevadoras y cuerdas.
Los
accidentes por caídas, siguen siendo una
de las principales causas de muerte, lesiones irreversibles y absentismo
laboral, por lo que es fundamental la información y formación del personal en
materia de seguridad así como disponer de los equipos apropiados y conocer su
manejo.
En
España, al igual que en el resto de la Unión Europea, existe un importante
marco normativo en seguridad laboral y disposiciones mínimas de seguridad y
salud para trabajos en altura, pero es necesaria la implicación de todos para
reducir los accidentes laborales. El trabajo de poda en altura es una de las
profesiones de mayor riesgo del sector forestal y agrícola.
El
arbolado tiene un papel destacado en nuestras ciudades y, por lo tanto, en
nuestras vidas, proporcionando una serie de beneficios ambientales y sociales.
Cuidarlos es una labor de todos, pero especialmente
de las personas que se ocupan de su gestión y poda, pero siempre con los más
altos requisitos de seguridad laboral.